La Red Internacional de Apoyo a lxs Presxs Políticxs en Chile (RIAPPECH) nace de la necesidad de movilizar a la solidaridad internacional frente a la violenta y permanente represión desatada por el gobierno contra su propio pueblo en rebelión contra la injusticia y la desigualdad extremas del sistema néoiberal herdado de la dictadura de Pinochet.

Compuesta por miembros residentes en Francia, Alemania, Inglaterra, Suiza, Suecia, Estados Unidos y Chile, la RIAPPECH se ha dado por misión acompañar moral y materialmente lxs presxs políticxs en Chile y sus familias, denunciar su situación y promover todas las acciones que contribuyan a su liberación.

 

Contexto socio – político en Chile

Desde el estallido social de octubre del 2019 y a pesar de la crisis sanitaria, el movimiento social no ha cesado su lucha por una vida digna, una verdadera justicia social y económica, y por la liberación de lxs presxs politicxs. A las demandas del pueblo, el estado autoritario y represor chileno sigue respondiendo con una brutal violencia policial e institucional.

El aumento de 30 pesos del ticket de metro desencadenó inmensas manifestaciones, del norte al sur del país, de una magnitud nunca vista en Chile, movilizando a todos los sectores de la sociedad. Más de dos millones de personas se reunieron en la “Plaza de la Dignidad” de Santiago, así rebautizada por el pueblo en rebeldía. El grito “No son 30 pesos, son 30 años”, denunciaba a la clase política que no había hecho más que continuar y profundizar la injusticia social en el marco de una “democracia” regida por la Constitución de Pinochet.

El pueblo no podía seguir soportando el abuso, la desigualdad extrema en todos los planos, la miseria, el despojo de las riquezas naturales del país, la destrucción del medio ambiente por las grandes empresas nacionales y multinacionales, la privatización de todos los servicios públicos, incluso del agua, la corrupción.

En el plano económico, los salarios de los trabajadores no alcanzan para llegar al fin del mes, las pensiones de los jubilados son miserables y regidas por un único sistema de fondos de pensiones que aporta millonarias ganancias a los empresarios.  La educación se ha transformado en un negocio en el cual las familias se endeudan por décadas para pagar los estudios de sus hijos. La salud es un mercado inaccesible a los más pobres: “la salud no es un privilegio, es un derecho” proclaman los manifestantes.

Por otro lado, las elites empresariales se siguen enriqueciendo, las elites parlamentarias ganan sueldos hasta 24 veces superiores al sueldo mínimo de la mayoría de los trabajadores. El sueldo de un policía o de un militar es bien superior al de un profesor.

El Estado chileno prefiere invertir millones de pesos para perfeccionar y modernizar los equipos de represión de las fuerzas policiales en desmedro de las necesidades de salud pública que el pueblo chileno necesita. Chile, siendo una de las economías más robustas de América Latina, es el país con la distribución de los ingresos más desigual entre los 37 países de la OCDE.

En el plano de la justicia, y en el contexto del estallido social a lo largo de Chile, miles de jóvenes fueron detenidos, cientos son mantenidos abusivamente en prisión preventiva o en arresto domiciliario por largos meses, más de un año en muchos casos.

Acusados sin pruebas o víctimas de burdos montajes de la policía, estos jóvenes, incluso menores de edad son perseguidos por una justicia al servicio del poder ejecutivo, que exige enormes penas, totalmente desproporcionadas, de hasta 29 años, recurriendo a leyes de excepción, tal como lo venían haciendo los gobiernos anteriores contra los activistas mapuche.

Estado chileno utiliza las leyes creadas en el marco de la constitución del 1980, para usurpar las tierras de los pueblos originarios y concederlas a empresas multinacionales y nacionales, de la misma manera, utiliza desde hace décadas la fuerza policial y militar para reprimir y violentar impunemente al pueblo Mapuche.

La justicia en Chile es una justicia clasista, favorable para ricos, arbitraria para los otros, condenando según quien comete el delito y no según el delito cometido.

Así, la policía chilena totalmente corrupta, al servicio de las elites y del poder ejecutivo, mata, tortura, viola, hiere, roba, pero no es condenada, bien al contrario, es protegida por el Estado y la Justicia. Por otro lado, un(a) trabajador(a), un(a) estudiante, un(a) poblador(a) que hace uso de su derecho a manifestar y a expresar su descontento, es inmediatamente detenido(a), violentado(a) y sometido(a) al rigor innecesario de la justicia.

El presidente Piñera sigue indultando a los genocidas de la dictadura, pero amenaza con vetar el proyecto de ley de indulto general propuesto por algunos senadores, proyecto que aún se encuentra en trámite en el Senado.

A las múltiples reivindicaciones de todos los sectores profesionales y sociales el gobierno respondió con una feroz represión que cobró 30 muertos, alrededor de 450 jóvenes con daños oculares irreversibles y más de 25.000 personas detenidas. Mas de un año después, muchos de ellos permanecen aún en prisión.

Todos, víctimas de la criminalización de la protesta para acallar el descontento del modelo ultraliberal y clasista chileno.

La fuerza de las manifestaciones y de la presión popular a lo largo del país, obligaron al gobierno y a los partidos políticos tradicionales a negociar la promesa de un plebiscito para una nueva constitución en remplazo de la de Pinochet. Pero una vez más la clase política chilena no escuchó al pueblo, y a la demanda de Asamblea Constituyente, opusieron una Convención Constituyente que no garantiza una participación realmente democrática y un verdadero cambio. Conscientes del engaño, los sectores populares que no se sienten identificados con la clase política, han creado sus propias asambleas territoriales para discutir y proponer los verdaderos cambios que la sociedad chilena necesita.

 

Por qué luchamos

Porque no se puede ser indiferente a tanto abuso e injusticia cometidos por el Estado terrorista y opresor chileno, es que personas de diferentes países se unieron para apoyar al pueblo chileno, al pueblo Mapuche y en particular a lxs jóvenes manifestantes que aún se encuentran en prisión preventiva, en arresto domiciliario, o que han sido ya condenadxs. La gran mayoría provenientes de familias modestas, de sectores populares, con pocos recursos.

Porque estamos observando desde el exterior, como lo sugiere nuestro logo, y sabemos la dura realidad que viven lxs presxs políticxs en las cárceles y lo que viven sus familias, en tanto que Red Internacional de Apoyo a lxs Presxs Politicxs en Chile (RIAPPECH) nos hemos impuesto como objetivo principal:

“LA LUCHA POR LA LIBERTAD DE TODXS LXS PRESXS POLITICXS”

La RIAPPECH lucha por la liberación de todxs lxs presxs políticxs de la revuelta social, los presos políticos Mapuche, lxs presxs políticxs subversivxs y postdictadura. Todos ellos son luchadores por una sociedad más justa, más digna, más humana y respetuosa de los derechos fundamentales de cada uno.

Las misiones que nos hemos impuesto

1-Denunciar

  • Al Estado opresor chileno que viola sistemáticamente los derechos humanos;
  • la violencia, los montajes y los abusos de la policía;
  • la justicia clasista y parcial, que juzga según la persona y no según el delito.

2-Visibilizar

  • la situación de lxs presxs politicxs a través de nuestra RED;
  • las manifestaciones cotidianas que realizan las familias de lxs presxs y las organizaciones de derechos humanos.

3- Alertar sobre:

  • las condiciones carcelarias inhumanas en que son mantenidos lxs presxs politicxs;
  • el maltrato y abusos de Gendarmería tanto hacia lxs presxs que hacia las familias;
  • el encarcelamiento de personas menores de edad

4- Movilizar

  • las organizaciones y personalidades a nivel internacional para ejercer presión sobre los poderes ejecutivo, judicial y legislativo.

5- Solidarizar

  • con el pueblo chileno y los pueblos originarios, los migrantes, los afrodescendientes… que luchan por sus derechos y por una vida digna.

6- Apoyar

  • moral y materialmente a lxs presxs políticxs en prisión preventiva, a lxs presxs en arresto domiciliario, a lxs presxs condenados y a las familias de cada uno de ellos, través de un acompañamiento regular e individualizado, y colectivo a través de reuniones virtuales;
  • psicológicamente a lxs presxs y sus familias, traumatizados por la ruda experiencia de la cárcel a la que fueron sometidos;
  • la reinserción social y profesional de cada joven presx.

Quiénes somos

La RIAPPECH está compuesta por miembros residentes en Francia, Alemania, Inglaterra, Suiza, Suecia, Estados Unidos, Chile.  Acompaña actualmente alrededor de 40  presxs politicxs y sus familias a lo largo de Chile, en particular en Antofagasta y en Santiago.

La RIAPPECH mantiene contactos regulares con los presos y sus familias, y contactos permanentes con organizaciones en Chile, que luchan por los derechos humanos y por la libertad de lxs presxs politicxs:

  • Coordinadora Anti carcelaria Pampa Libre en Antofagasta
  • La agrupación Providencia
  • Organización de familiares y amigxs de Presos Políticos-Antofagasta (“Madres de Plaza Colón”)
  • Agrupación de las madres de presos politicos en Santiago 1
  • Coordinadora 18 de octubre – Santiago
  • Coordinadora 16 de octubre – La Serena
  • Comisión Ética contra la Tortura (CECT).
  • Cordón Litoral

 

Contacto: riappech@gmail.com